Actualmente en varios países de América Latina, los ciudadanos han optado por empezar su propio negocio con la finalidad de generar un mayor ingreso, innovando en modelos de negocio, productos y así reducir costos administrativos. Estas cuestiones claves les permiten ser más competitivos y generar una mayor variedad de productos y servicios. Estas figuras son denominadas “Start-Ups” o Emprendimientos.

Al inicio el emprendedor se encuentra con varias incógnitas que impiden el avance ordenado del emprendimiento. Muchas veces estas incógnitas tienen soluciones muy sencillas que los socios de los emprendimientos tienden a ignorar para abaratar costos. Esto resulta en graves problemas que pueden derivar en litigios, ruptura de relaciones y en muchos casos el fracaso del emprendimiento en sí.

En primer paso es definir exactamente el objetivo del emprendimiento, es decir tener claro qué es lo que se quiere lograr. De esta manera se hace posible escoger el camino correcto y adecuado para el emprendimiento. Esto es clave pues resulta ser un vehículo para poner en marcha lo más importante: la idea!.

En segundo lugar, se debe definir cuál, del abanico de opciones de asociación, controladas o no por el órgano de control de las compañías; será la que viabilice de mejor manera el emprendimiento. Para esto es preciso haber revisado las múltiples opciones disponibles. Entre ellas la constitución de una compañía, sociedades civiles, asociaciones, cuentas en participación, los consorcios u otros.

Una vez definido esto se debe organizar un manejo de contabilidad para lo cual es indispensable obtener un numero de identidad tributaria o fiscal. Esto permite que el emprendimiento se convierta formalmente en un agente económico que ingresa al mercado y da cumplimiento con la normativa vigente. Lo clave en este punto es hacer uso efectivo de los posibles beneficios tributarios que están disponibles en varias jurisdicciones para emprendimientos y compañías nuevas.

Definida la estructura corporativa del emprendimiento es indispensable proceder a la protección de los derechos de propiedad intelectual, lo cual incluye marcas, signos, logotipos, fórmulas y productos. Los emprendimientos o Start ups muchas vecen tienen la consigna de proteger su idea. En este punto lo clave es: ¿Como proteger todos los activos intangibles que son desarrollados dentro del contexto de su idea? (Haz clic aquí para saber como)

Ahora la cereza del pastel “al menos por ahora”, es que el emprendimiento tenga reglas claras de administración y de funcionamiento que será establecido en su estatuto de su emprendimiento o Start-Up y que ayudará a que posteriormente se pueda realizar un sistema de control y cumplimiento de obligaciones legales y regulatorias para prevenir cualquier contingente ante entidades de control.

Estas son solo 5 de las aristas que deben ser consideradas para poder iniciar un negocio de manera ordenada y mantenerlo en el tiempo para obtener retornos en la inversión inicial y crecer nacional e internacionalmente.

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Por: Nicolás Lasso R.
Socio CNLE Law
Twitter: NicoLassoR
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